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Ricardo Perez Alcalá
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No solo fue uno de los mejores acuarelistas del mundo, orgullo boliviano, sino uno de los mejores en la misma pintura, pues dominaba más técnicas como el pastel, óleo entre otros, también fue un loable arquitecto, escultor y padre de familia; disfrutaba del arte propio y ajeno.
Desde sus cortos 10 años ya era ganador de premios y a sus 15 años ya había realizado su primera exposición en Potosí y en La Paz. Como el decía "Se puede vivir sin el arte pero no se puede ser sin el arte", fue un hombre que tomaba el arte muy enserio prueba de ello es su casa, diseñada y construida bajo su ojo creativo es así que proponiéndose vivir como un verdadero artista pudo hacerlo pero dentro de una verdadera obra de arte.
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Casa Museo Ricardo Perez Alcalá
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